jueves, 12 de marzo de 2009

Fracasos incuestionables

Enésimo fracaso europeo del Madrid; enésimo ridículo del Madrid. Intolerable para el aficionado madridista. El Madrid siguió con la tónica decadente del Madrid en los últimos años: el prestigio está por los suelos, la camiseta mancillada y apenas respeto nos queda en Europa ya. Sin embargo, lo peor es que ya ni siquiera creamos ilusión. ¿Cuántos niños en el mundo se hicieron el martes del Liverpool?

El motivo de la derrota es sencillo: enfrente hubo una plantilla superior a la nuestra; presenta un modelo, un plan que se sigue desde hace cinco años, unos jugadores hechos y derechos y sabedores de su trabajo, expertos y ganadores. Los jugadores del Liverpool saben qué hacer, cuándo y dónde, y cómo hacerlo. El Real Madrid, en cambio, es un equipo cogido con pinzas, no existe plan, su política de fichajes contempla tanto fracasos como éxitos a su vez, ni tampoco son expertos ni ganadores, al menos en Europa.

El Liverpol buscó la victoria en su desarrollado método, en el trabajo racional, en la continuidad, en la coherencia a lo practicado y entrenado durante años; sabían cómo lograr el éxito porque simplemente ya lo habían hecho en anterioridad. Su victoria tenía motivos y razones. Todo lo contrario que el Madrid, que la buscó en la sorpresa, en un trabajo incorrecto e intermitente, en la inspiración de determinados jugadores y el pinchazo del rival; el posible éxito del Madrid hubiera sido inédito, nunca antes visto. De ganar, dudo de la existencia de motivos lógicos.

Fue el fracaso de dos grandes bloques. Por un lado, el de los dirigentes madridistas, los cuales son responsables de la permanente inestabilidad institucional, de su nula gestión deportiva, con sus escándalos y despropósitos acompañados de salidas de tonos inapropiadas, todo condenado y resuelto a la autogestión de los propios jugadores. Y por otro lado, fue el fracaso del raulismo. Jugador alabado hasta cotas inimaginables, señalado estrella y líder desde el hundimiento de los galácticos que, sin embargo, no ha cosechado ningún resultado en Europa. Son cinco años ya. El raulismo no sirve, no funciona; ha sido una mentira que ha perjudicado a todos. La eliminación del Madrid es también el fin del raulismo.

Ya sólo queda a los madridista refugiarse en la Liga. Un título menor que casi nunca sabe a nada; cada vez que se logra, se recuerda que nuestra mirada es más alta, que nuestra grandeza no está aquí en España, sino en Europa, donde hasta hace poco éramos los más grandes.

8 comentarios:

Luisi dijo...

Raúl no cierra ciclo. Va a jugar como poco hasta 2011. Es nuestro sino.

factoría_senna dijo...

Lo sé.

Pero quiero tener esperanzas en estas elecciones.

factoría_senna dijo...

Espero y deseo que el canditado ganador de este año aprenda de estos años: el modelo no se puede basar en el raulismo.

Luisi dijo...

Yo no tengo esperanzas. Para empezar, es que ningún candidato "prometerá" en su campaña cerrar el ciclo de Raúl. Sería una locura decir "yo echaré a Raúl y a Guti, entre otros".

Que aún hay más raulistas que críticos. Sólo tienes que ver el estadio. El '7' es el más ovacionado, incluso cuando lo único que aporta son carreras demagogas.

Y 2ª, una vez llegue el nuevo presidente... no se planteará darle de baja. Si lo hace, el jugador está en condidiones de decir: "bueno, yo tengo contrato hasta 2011 y sólo me voy si llega oferta". ¿Va a llegar oferta por Raúl?

factoría_senna dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
factoría_senna dijo...

Tengo la sensación de que no me he explicado bien. O que tal vez todavía no me he explicado.

A priori todo parece que es fácil y bonito. Que vendrá un nuevo presi y se lo cargará.

No, no, no es eso lo que yo intento decir.

Soy consciente de la figura de Raúl. Abarca mucho. Dudar de Raúl es tener a la opinión pública en tu contra. Es suicidare ya. El fútbol, a mi pesar, también es política. Ningún candidato que quiera ganar las elecciones, por muy antiraulista que sea, no irá sino a alabar a Raúl.

Lo único que pido es que al próximo mandatario lo tenga en mente. Que sepa no puede girar todo en torno a Raúl. Que dé un primer paso... Un paso que nadie hasta hora, salvo Aragonés, repito nadie en el Madrid, lo ha dado.

No estoy pidiendo que lo echen. No pido la hoguera para Raúl por parte del nuevo presidente. Tampoco pido que sea un antiraulista convencido. Pero que no sea raulista, que realmente -una cosa es lo que diga y otra lo que verdaderamente piense- no lo sea. Que poco a poco, la figura de Raúl se disminuya. Sería un proceso lento, pero con buenos resultados sin un Raúl omnipresente todo sería más fácil. También haría falta mano izquierda, una buena dialética y un buen uso de las masas por parte de la directiva. Alguien que sin mancillar y deshonrar el nombre de Raúl, les muestre que Raúl no sirva

¿Un Valdano, tal vez?

Un saludo, y gracias por pasarte, Luisi

Dani Jerez dijo...

Es aceptable caer en Europa, ante otro grande que tiene mejor equipo que tú; lo que no es aceptable en el Real Madrid es hacer el ridículo. Si tenemos que caer que sea con las botas puestas y no humillados y de rodillas.

Hace falta un cambio radical tanto institucional como deportivo. No podemos seguir siendo el hazmerreir de Europa.

Un saludo!

factoría_senna dijo...

Es evidente: las humillaciones jamás deberían tener sitio en este club. Y partido del Liverpool fue una humillación en toda regla.

Se acepta la derrota como parte del juego, eso está claro; pero no se puede perder por desidia, indolencia e indiferencia.

Dicho esto, las causas de nuestra derrota no fueron la pasividad y lafalta de compromiso de los nuestros; digamos más bien, que los otros fueron superiores.

Aun así, no hay excusas que valgan. No en este club.

Y sí, por supuesto que hace falta una revolución. Pero sólo en el ámbito institucional. Anhelo, entre otras cosas, aquellos tiempos en el que nuestro prestigio, con independencia casi total del resultado, estaba intacto. No engaño a nadie: espero y deseo la vuelta de Florentino.

Desde el punto de vista deportivo, no hay que volverse locos. No es mala la plantilla del Madrid, sí corta e insuficiente. Hay una base sobre la que partir; sería un error tremendo destrozarla. No hay razones para la revolución.