viernes, 23 de enero de 2009

Malos tiempos para la lírica

El indecoroso e ignominioso Ramón Calderón, el falso y mentiroso Calderón; en definitiva, ese farsante que los madridistas tuvimos una vez de presidente salió anoche de copas con unos amiguetes de los que se pueden destacar, como estrellas de la noche, a Nanín y a Bárcenas. Hasta ahí, todo normal. Incluso es comprensible que el presidente celebrara algo esa noche. Engañar tanto y en tan poco tiempo sin que nadie se dé cuenta, salvo Abellán, es todo un éxito. Sí, ya saben, el de la COPE, una mosquita muerta. ¿Qué problema nos puede dar este hombre? Ante cualquier molesto síntoma, siempre nos quedará la consulta del doctor Joserra, trabajador incansable por otra parte y cuyas recetas son seguidas por millones de espectadores. Eso pensarían la calaña de Calderón, para su desgracia, claro. Subestimaron a los poderosos amigos de la cadena -Pedro J, Marca, etcétera-. Ahora, el martirizado locutor de la COPE se ha erigido en héroe nacional. Ya no es José Antonio Abellán el Voceras, sino San Abellán de todos los santos. Aunque me da a mí que la gloria se la ha llevado Marca. Cosas que sólo le pasan a la infame cadena COPE. Cosas de esta España. Ya lo decía el sabio: esto es para listos.

Pero vamos al lío. Que me voy por las ramas. Decía que no me resultaría sorprendente que Calderón y sus más eficaces secuaces brindaran esa noche de no ser porque en sus últimas horas como mandatario blanco jurara por su honor que no les conocía de nada. ¿Nanín, Bárcenas? ¿Quiénes son? No les conozco de nada, manifestaba Calderón nervioso de que le privaran de asistir al próximo evento deportivo. No, por dios, ahora no. Que no me pierdo el Open de Australia por nada del mundo. Ahora entiendo por qué no vi su careto en el Dakar. Supongo que este último hecho despejará dudas a los que aún creen en la inocencia de Calderón. Y es esto a lo que me lleva a una profunda reflexión: ¿Qué ha fallado con este tipo? ¿Tan buen actor ha sido durante su mandato o tan sumamente gilipollas hemos sido nosotros, los aficionados que, como siempre, pagamos el plato? ¿Cómo hemos conseguido que campara por sus anchas en el club más importante del mundo?

Ahora, echando la vista atrás, recuerdo perfectamente las últimas elecciones. Se presentaron hasta cinco candidatos. Los había patéticos -Baldasano-, pseudomafiosos -Sanz-, nostálgicos -Palacios-, continuistas -Villar Mir- e ilusionantes -Calderón-. Sí, a mi modo de ver, por entonces, Ramón Calderón era el candidato más preferible. Presentaba una línea continuadora y mejorada más aún si cabe de la brillante gestión económica de Florentino, exponía también, como su antecesor, la creación de un pabellón deportivo y obtener la catalogación de 5 estrellas del Bernabéu para la UEFA y, lo más necesitado en ese momento, proponía un acertado proyecto deportivo, el cual consistía en contratar al mejor entrenador del mundo, Fabio Capello. Nadie como él para acabar con la sequía del Madrid. Además de prometer estrellas, como Floren, pero jóvenes y altamente preparadas -el famoso Kaká, Cesc y Robben-. Asimismo, el tipo en cuestión, Calderón, sabía idiomas, tenía labia y el expediente limpio. En resumen, lo bueno de Florentino no se toca, pero dispuesto a solucionar y arreglar los errores del Florentinato. Desde mi punto de vista era el candidato idóneo. O el menos malo, porque sinceramente el nivel de los aspirantes a la poltrona blanca era cutre. Cutre por una simple razón: cuando en el Madrid se habla del presidente, siempre se tiene en mente la grandeza de don Santiago Bernabéu.

Visto hoy día, con la perspectiva que da el paso del tiempo, me siento estúpido e ingenuo. No me puedo creer lo que fue o pudo ser Calderón y lo que es ahora. Todo este esperpento me produce trágicas sensaciones para el futuro. No sé si confiar en el próximo que venga, no sé si todavía tengo esperanza en el Madrid -siempre hablando como institución, por supuesto-. Carezco de ilusión alguna por el Real Madrid. Estoy, digámoslo de algún modo, en una crisis de madridismo. Jamás perdonaré a Calderón por lo que nos ha hecho, por lo que me ha hecho. Puedo admitir errores, por supuesto. Errores basados en decisiones equivocadas o por pura ineptitud. Pero no consiento que nos tomara el pelo a todos. Que nos tomara por imbéciles, gentiles marionetas de su mundo fantástico. Y lo que es peor, no puedo tolerar, ni aceptar ni admitir la desastrosa imagen que ha dado el Real Madrid durante todo este periplo. Por todo esto considero a Calderón como el peor presidente de la gloriosa historia del Real Madrid.

viernes, 16 de enero de 2009

Calderón es historia negra

Hoy es un buen día para los madridistas de bien.

Acabamos de conocer el fin del posiblemente presidente más nefasto de la historia del Real Madrid. Nunca pensé que se podían superar los límites de calamidades de Mendoza y Sanz.

Sinceramente hoy es un día para los madridista de verdad reflexionen: debemos aprender de los errores históricos de una puta vez. Sigo pensando que convertir al Madrid en sociedad anónima no es la mejor solución, pero para ello debemos reconstruir el funcionamiento democrático del Madrid: elecciones limpias. No más chapuzas, no más Calderones ni Sanzistas.

Por ello, los socios -un servidor no lo es- están obligados a mirar con lupa a los señores que se presenten a las elecciones. Tienen que ser críticos y exigentes, además de un análisis profundo del cantidato. Señores socios: olvídense de promesas deportivas. El primer objetivo del próximo presidente blanco debe ser recuperar el presitigo perdido como institución. Cualquiera que anteponga tal obligación es basura.

Se cuenta, se dice, se comenta que Florentino Pérez puede volver. Ojalá. Yo le votaría. Este señor expandió al Madrid como institución a límites jamás imaginados. Si Florentino aprende de sus errores en el pasado, los cuales fueron única y exclusivamente deportivos, sería una excelente noticia para el Madrid.

miércoles, 14 de enero de 2009

Flases (V)

Portadas de Marca ayer y hoy. Y las que saldrán en adelante.



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Perfecto. Lo que todos pensábamos, inducíamos, sospechábamos; en definitiva, lo que todos sabíamos se confirma. Ahora la masa social borreguil se dará cuenta del presidente que tenemos. Es el principio del fin de Calderón.

lunes, 12 de enero de 2009

Análisis deportivo del Real Madrid

Tras por un instante creer anoche que Osasuna le iba a incar el diente al Barça me puse a pensar fríamente en las posibilidades del Real Madrid de salvar la temporada. La conclusión final es clara: sólo la Copa de Europa tapará el desastroso curso 08-09 deportivo, porque instuticionalmente es un fracaso sin paliativos. La Liga es bastante difícil pero no imposible. Pero un título es posible. Y ni estoy ebrio ni leo a Tomás Roncero a diario. Me explico.

El primer punto es olvidar por completo al Barça. Será un error gravísimo por parte del Real Madrid si se fija en el Barça, al menos a día de hoy. El Madrid sólo puede pensar en sí mismo. Partido a partido y sin perder ninguno, tiene que ir creciendo como conjunto. El equipo tiene que ir cogiendo solidez e ir poco a poco tapando y arreglando agujeros. Empezar con un orden defensivo es un buen comienzo. El doble pivote es todo un acierto por parte de Juande. Debe seguir una línea ascendente con el fin de plantearse un doble objetivo de aquí a mediados de febrero:

-Defender y mantener con holgura la segunda plaza.
-Presentar un equipo de garantías para la eliminatoria europea.

En primer lugar, el Madrid tiene que quitarse toda la mierda que tiene por detrás. Sería idóneo jugar contra el Liverpool teniendo al Sevilla a más de un partido de diferencia. Ahora se presenta un calendario favorable. Tenemos los encuentros cada semana, los rivales son muy asequibles y la mayoría de los partidos son en casa. Hasta el día del Liverpool, a saber: Osasuna (C), Deportivo (C), Numancia (F), Racing (C), Sporting (F) y Betis (C). Entre la ida y la vuelta, también tenemos rivales cómodos: Espanyol (F) y Atleti (C).

El Barça tiene el calendario muy parecido -ya saben, su rival es el próximo del Madrid- y, como se está viendo, es mucho más fiable que el Madrid. Conseguirá los próximos 18 puntos. No obstante, estoy convencido de que tendrá algún pinchazo. Me baso en que ellos tienen que disputar la Copa del Rey. Como su pase a cuartos es casi seguro, tendrán que jugar los cuartos, los cuales se juegan entre semana. Si el Madrid tiene seis partidos hasta la Copa de Europa, el Barça tendrá nueve. El desgaste de partidos, la posible relajación o confianza y las rotaciones que pueda hacer Guardiola si quiere que su equipo llegue entero a mayo pueden hacer mella. A mí, me basta con un sólo pinchazo. Lo justo para no tener una diferencia abismal ni humillante, y lo justo para no tenernos que hacernos pajas mentales ni soportar a la cofradía de Roncero y Toñín.

En segundo lugar, el Madrid tiene este año -en realidad, la tiene todos los años- la oportunidad histórica de hacer añicos todos los récords, portadas y mariconadas que se han dicho este año del Barça ganando la Copa de Europa. En el mejor año de su historia del Barça, el Madrid gana la Décima. ¿Se imaginan? Si el Madrid pasa contra el Liverpool, estaría ya a cinco noches -dos mágicas más final, concretamente- de ganar la Champions. Teniendo la segunda plaza consolidada, podría poner toda la carne en el asador en Europa. De ahí la importancia de ser segundos en Liga y con suficiente diferencia.

Sin embargo, si el Madrid no pasa, lamentablemente el Madrid dependerá del resultado europeo del Barça. Si el Barça pasa, la liga podría ser factible. El Barça lo tendrá complicado con tantos flancos abiertos: Liga, Copa y Europa. Creo yo que el Barça una temporada perfecta no puede tener, en algún momento le tocará fallar. Nosotros ya tuvimos nuestra mala racha. Les tocaría a ellos tenerla. Además, si nosotros hacemos las cosas bien -o sea, ganar, ganar y volver a ganar- les entrará el acongoje histórico culé: madriditis. Pero si el Barça cae en Europa, olvidémonos de la Liga. Sería misión imposible, me costaría bastante creer que el Barça eche a perder esta temporada. Si queremos salvar la temporada, más nos vale ganarle al Liverpool por si Benzemá la arma en Can Barça.