
Jugador singular, de técnica y velocidad envidiable, se ganó la admiración de sus aficionados vertiginosamente. La maquinaria propagandística del Barça le echó el ojo como futura estrella culé y del planeta fútbol. Sin embargo, el revelo llegó más temprano de lo que creían. Los primeros indicios de decadencia de Ronaldinho tardaron lo mismo que su hundimiento absoluto. Es decir, a ritmo de vértigo, de la noche a la mañana, Ronaldinho desapareció. Así pues, en la temporada 06-07, necesitados de cubrir el inminente vacío del Gaucho, señalaron a Messi. Regates antológicos, golazos increíbles y la adoración de su público, eran motivos suficientes y clarificientes para optar a los premios que oficializan la etiqueta del mejor jugador del mundo.
Desaparecido ya Ronaldinho y afianzado el argentino como líder de su club, la propanga culé, fiel a su intachable tradición, realizó un trabajo de diez. Ni los resultados insuficientes del Barça, el cual no logró nada e hizo una temporada ridícula, ni la intromisión de la Eurocopa y lo que ello conlleva, ni siquiera el hecho de que Messi se tirara tres meses lesionado fueron argumentos para que no optase al Balón de Oro. Al contrario, futbolista genuino como él, no merece otra distinción que el trofeo dorado del revista France Football. Aunque eso conlleve destrozar el trabajo impecable de todo un año de un portugués.
El sentido común se impuso. Cristiano Ronaldo, máximo goleador del planeta, referente de su club, ganador de Copa de Europa y Liga, fue el ganador. Porque para ser eso, el mejor del mundo, no sólo tienes que tener cualidades extraordinarias y únicas, no sólo tienes que ser un futbolista distinto del resto, sino que además tienes que ser el líder y referencia de un club ganador. El fútbol se explica fácil: sólamente los equipos campeones serán los mejores; por tanto, sus futbolistas más resplandecientes serán los mejores. Tal explicación se corresponde con el Manchester de Cristiano de la pasada temporada, con el Milán de Kaká de la temporada 06-07. Y hoy, en el presente, con el Barça de Messi.
Porque hoy no necesito ni necesitamos al entorno culé para comprender la realidad de Messi. La temporada de Messi y de su club, el Barça, ha sido cuasi perfecta en todos los sentidos. Individualmente, Messi ha rendido a un altísimo nivel, ha cosechado unos registros estratosféricos; además, ha sido decisivo e influyente en los no menos excelsos resultados del Barça. Campeón de Copa, Liga y Champions; el triplete del Barça de Messi. Con ello, Messi se consagra de modo definitivo y unánime como uno de los grandes futbolistas del mundo. El debate -ahora sí y no antaño, como nos ha querido colar la prensa culé- tiene pies y cabeza. Es Messi, la estrella del flamante campeón, es el Barça de Messi, ¿A que no suena igual que hace un año?
Por cierto; esta entrada me ha llevado a una curiosa paradoja. El Barça tiene a Messi: campeón de España y de Europa. El Manchester tiene a Ronaldo: bicampeón de la Liga inglesa y subcampeón de Europa. ¿Y nosotros? A Raúl...
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Apuntes, varios y breves, sobre la final de la Copa de Europa.

-Felicito, otra vez, al Barça y a sus aficionados. Conseguir el triplete no es ninguna trivialidad.
-El Barça fue el mejor. Por tanto, ganó con indiscutible merecimiento.
-Me decepcionó el Manchester. Me esperaba más.
-Ferguson se equivocó. Su planteamiento fue erróneo.
-Guardiola acertó. Xavi, Busquest e Iniesta, es decir, un centro del campo ofensivo, fue la clave del éxito.
-Ciertos jugadores reds no dieron la talla. Van der Sar, dubitativo; Vidic y Ferdinand fallaron en el primer y segundo gol, respectivamente; Anderson y Giggs no estuvieron en el partido, no debieron jugar (error de Ferguson); Rooney y Ronaldo muy separados, muy solos en ataque.
-Ronaldo fue el único que dio la cara.
- El Barça no acusó sus bajas. Más mérito todavía.
-Iniesta es el mejor futbolista español que ha salido desde Raúl.
-¡Raúl, jubílate! (ya sé que no viene a cuento, pero no puedo evitarlo).
-Me hubiera gustado hacerlo por nuestra cuenta, pero, de momento, agradezco al Barça que le haya ganado a Ferguson. Sí, viejo borracho; no me caes bien. Jódete.
-La mejor noticia es que se ha acabado el año. El triplete ya es historia. Ya sólo vale junio en adelante.